Gorda francesa follada a lo bestia por dos tíos

Ya no lo soportaba más, estaba harto de pasar por el cuarto de mi cuñada porque vivo con mi hermano y verla ahí dormida en bragas. Muchas veces se emborrachaba y se metía en la cama en ropa interior, pero también lo hacía estando sobria, así que era evidente que me estaba enviando señales. El otro día mi hermano trabajaba de noches y de nuevo mi cuñada se tomó unas copas, se metió en la cama y dejó la puerta de su habitación abierta. No me quedó más remedio que entrar y hacer lo que tendría que haber hecho hace mucho tiempo.