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Si había que destacar algo de esta zorra madura eran precisamente sus enormes tetas, y eso no pasó desapercibido para su cuñado. Estaban solos en casa tomando un café, pero sus ojos solo se dirigían hacia los grandes pechos de su cuñada. Así que mientras ella se fumaba un cigarro se lanzó y fue a descubrir sus tetazas, no tardó mucho en hacerlo. En cuanto se las vio no pudo contener su emoción y se tiró derecho a comérselas. Luego fue él quien se quitó la ropa, tenía muy claro que se la iba a follar y estaban preparados. La zorra empezó a comerle el rabo mientras le restregaba sus tetas, después fue su cuñado el que le comió el coño. A la puta, vestida con su mejor lencería, no le costó mucho sentarse sobre su rabo para follárselo sintiéndolo muy dentro de su coño.
Así estuvieron follando hasta que el hombre le avisó que iba a correrse, por lo que sacó su polla y su cuñada le hizo una paja cubana hasta que acabó corriéndose sobre sus pechos.