La zorra se volvió loca con su polla

El destino ha unido a esta peculiar pareja puesto que ella se divorció recientemente y estaba buscando compartir un piso puesto que su marido se lo quedó todo porque estaba a su nombre. Pues ha encontrado al mejor compañero sin lugar a dudas y es un veinteañero musculoso que tiene justo lo que ella necesita en estos momentos: una verga dura y vigorosa que promete darle muchas alegrías. El chico nunca se lo había montado con una mujer madura y a sus 57 años esta impresionante hembra lo va a hacer muy pero que muy feliz. Básicamente se han juntado el hambre con las ganas de comer.