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Esta zorra alemana era una puta, pero una puta de las de verdad. El tío simplemente vio un anuncio suyo acudió como un perro en celo a buscarla. Nada más llegar ella le recibió, y tras saludarse comenzó a quitarse la ropa mostrándole su cuerpo. La puta le hizo una mamada y luego le ofreció su coño por si se lo quería comer, por supuesto se lo comió. Luego la penetró y se la folló a pelo allí mismo, aunque al final acabó corriéndose en su boca y en su cara. Eso le gustaba a la puta, acabó bien llena de leche y sonriendo.