Corrida a traición dentro de su madrastra

No una chavales, sino dos abuelas ninfómanas fueron las que consiguió tirarse este cabronazo y lo mejor es que con la palabra mágica: gratis. El destino quiso que las conociera, y no solo eso, también que accedieran a ir a su casa para hacer uno de los tríos más sucios que has visto nunca con viejas. Nos ponemos enfermos de pensar en el rico olor que debían desprender las bragas de esas señoras y lo calentito que se debe estar dentro de sus coños, sin duda una suerte la del amigo que no ve a repetir jamás en su puta vida.