Nadie es tan buena mamando como mamá

El hambre de sexo de esta madurita no tiene fin. Igual se tira a un viejo que podría ser su padre por la mañana que a la tarde está metida en la cama con un jovencito que bien podría ser su nieto. A saber la cantidad de hombres de todo tipo, edad, raza y religión que han pasado entre sus piernas, no hace ningún tipo de distinción entre ellos. A raíz de su divorcio empezó a tener relaciones sexuales a cambio de dinero con muchos tíos y ha conocido tanta gente que ahora folla cuando quiere.