Tenía las tetas naturales más grandes que nunca había visto

Siempre había presumido de ser una señora, y tal vez era así, pero lo que me demostró a mi es que era toda una puta. Yo estaba en su casa con la intención de quedarme unos días, pero desde el primero me hizo ver lo que de verdad esa zorra quería de mi. Al salir de la ducha me dijo que me sentara a su lado, la verdad es que esa mujer madura me intimidaba, pero era mi tía y la respetaba. Comenzó a decirme cosas que no esperaba, estaba claro que la zorra estaba caliente. Me dijo de ir a la habitación, y en cuanto entramos se desnudó y me mostró una lencería impresionante.
Me quitó la toalla y comenzó a comerme la polla, que dura me la puso la guarra. Después de eso comenzamos a follar. Y no fue la única ocasión como puedes comprobar, al día siguiente la estaba mirando mientras me pajeaba, ella me invitó a entrar y a follármela de nuevo.