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Sentado en el sofá, puede ver como ella se exhibe y sugiere cosas que él ya no quiere hacer. Cuando tenía menos edad le parecía divertido, pero la vieja cada vez está más arrugada y él con menos ganas, entonces prefiere contratar a alguien que haga el trabajo que él no quiere hacer. Así que le ha pagado a un negro para que le folle el culo a su madre. Eso, porque la anciana solo se complace con una follada anal y además, debe ser una polla bien grande y firme. Así que un joven de África con mucha necesidad de algunos billetes, le viene bien para poder satisfacerla.