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Un compañero de clase de su hijo le pidió si podía llevarla a clase. Su hijo tenía clases particulares y ella por tanto tiempo, así que lo hizo, pero en lugar de llevarle a su casa lo llevó a la suya. El chico estaba un poco intimidado por aquella impresionante mujer, se sentó en el sofá con su mochila a los hombros y ella empezó a hablarle de muy cerca. De repente esa zorra sacó sus tetas y el chico se quedó con la boca abierta, no tenía demasiada experiencia y nunca se imaginó ver las tetazas de una madura como ella. Se las empezó a tocar con las dos manos y después se las comió metiendo entre medias su cabeza. Estaba tan excitado que no podía ocultar su enorme erección, y ella se la comió.
Fueron a la habitación de matrimonio y ella le decía que su hijo tardaría en llegar, que tenían tiempo. Comenzó a follársela a cuatro patas y luego la abrió bien de piernas para metérsela de frente. Era joven, pero desde luego sabía follarse bien a una madura.